miguel elizalde

Mike

¡Hey! Soy Miguel, pero me dicen Mike. ¿Sabes qué? Nunca imaginé que terminaría siendo fotógrafo de bodas, pero así es como llegué aquí, ¡por pura casualidad!

Desde que era pequeño, siempre he sido un amante de la naturaleza y del cine, especialmente de la fotografía. Me encantaba perderme en los bosques, y aún lo hago. En aquellos tiempos, la contaminación visual era mínima; con solo 4 canales de TV, ¡imagínate! Siempre que podía, me daba el lujo de comprar la revista National Geographic. Para ser sincero, a veces ni siquiera la leía completa, me pasaba horas admirando las fotografías.

Además, disfrutaba viendo películas en la televisión los fines de semana y yendo al videoclub a alquilar películas. Cuando llegó el DVD, ¡fue una revolución! No había cine en mi pueblo, y aún sigue sin haberlo. Creo que antes las películas eran una actividad familiar, ¿verdad? Ahora parece que cada quien las ve por su cuenta, ¡qué tiempos!

A pesar de tener claro lo que me gustaba, nunca supe qué quería ser cuando creciera, especialmente después de salir del colegio. En un intento fallido, elegí estudiar turismo, pero gracias a un mal desempeño en el examen, tuve más tiempo para reflexionar.

Probablemente pensarás que estudié fotografía, pero no fue así. Opté por ser biólogo, ¡y no me arrepiento! Aprendí tanto de la biología que me ayudó a desarrollarme como fotógrafo y como persona. De alguna manera, todo lo que veía como biólogo me explotaba la cabeza y necesitaba expresarlo, y la fotografía fue mi forma de hacerlo.

Así que mientras estudiaba, nunca solté mi cámara. Tomé cursos, investigué y aprendí de los mejores para mejorar en la fotografía. Las salidas de campo en la carrera eran una oportunidad perfecta para disfrutar de mi pasión.

Y así, en este viaje de la vida, descubrí que a veces las mejores aventuras surgen de manera inesperada. Desde los bosques de mi infancia hasta las bodas que capturo con mi cámara, cada momento ha sido un regalo que me ha llevado a donde estoy hoy.

Así que, amigos, les invito a abrazar la belleza de lo imprevisto, a seguir nuestros sueños con pasión y a encontrar la magia en cada instante. Porque al final del día, lo que realmente importa es vivir con autenticidad y apreciar cada pequeño detalle que la vida nos ofrece